Un chef italiano revela los alimentos que dejó de comer para adelgazar 105 kilos: “Perdí de vista mi bienestar”
“Ahora voy al gimnasio, esquío y corro. Me despierto muy lúcido. Antes me costaba levantarme. Ha sido como salir de un banco de niebla”, explica.
La obesidad no es solo una cuestión estética: es una condición médica crónica que puede tener consecuencias graves para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se ha triplicado en todo el mundo desde 1975, y se considera uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas. Por ello, la pérdida de peso se convierte en un objetivo clave para recuperar la salud y mejorar la calidad de vida.
Y esto debió de ser lo que pensó el famoso chef italiano Matteo Grandi, quien cuenta con una codiciada estrella Michelin, cuando decidió hace ocho meses cambiar de hábitos para bajar de los alrededor de 185 kilos que pesaba y que estaban empezando a dificultarle su día a día.
“Consumido por la vida y los compromisos, perdí de vista mi bienestar. No solo a nivel estético, también mi salud”, relataba al Corriere del Veneto, donde ha hablado de su transformación física, que le ha llevado a perder unos 105 kilos en un tiempo récord. “De repente se me encendió una luz en la cabeza. Lo único que hace falta es fuerza de voluntad, el resto viene después”, explicaba en la entrevista con el medio italiano cuando había bajado ya 90 kilos.
Los dos alimentos que suprimió
La clave en la pérdida de peso del chef italiano Matteo Grandi se encuentra, principalmente, en que borró dos alimentos de su dieta que sentía que no le iban bien. “Eliminé los carbohidratos y azúcares. Esto fue lo que realmente cambió mi vida. Sabía que eran los principales culpables de mi aumento de peso. Desde que los saqué de mi dieta, me siento increíblemente mejor. Mi energía está por las nubes, mi mente está clara y trabajo con el doble de productividad”, sostenía.
El resultado fue de lo más efectivo para el italiano: “Perdí los primeros 15 kilos, mi piel mejoró, la psoriasis de mis codos desapareció…, hasta mi sudor dejó de oler. Era evidente que mi cuerpo estaba inflamado. Ahora voy al gimnasio, esquío y corro. Me despierto muy lúcido. Antes me costaba levantarme. Ha sido como salir de un banco de niebla”, agregaba el chef, quien, además, dice practicar el ayuno intermitente: “A mediodía tomo huevos, salmón, aguacate y pechuga de pollo. A las 17:00, verduras verdes, carne, pescado, marisco o crustáceos. Luego dejo a mi organismo en paz, sin el esfuerzo de tener que procesar alimentos y producir insulina”.
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