Pedro Pascal revela su explosiva rutina de café y tiene que dar explicaciones: “Era un ritual muy íntimo y no quería que nadie se enterase”
El intérprete confesó en ‘Jimmy Kimmel Live!’ la ingente cantidad de cápsulas de ‘espresso’ que echa cada mañana en su taza.
Sobre rutinas mañaneras hay mucho escrito pero poco pactado. Cada uno lleva el arduo trabajo de despegarse de las sábanas como bien puede: hay amaneceres que invitan al paseo y otros en los que parece saludar desde los pies de la cama ese diablo que retrasa cinco minutos las alarmas. Ha encontrado el ser humano en el café un aliado para combatir los efectos del sueño en los albores de cada jornada; el asunto es que, bien por costumbre, bien por necesidad, hay quien se bebe un cortado y quien vacía una cafetera en su garganta.
Parece pertenecer al segundo grupo Pedro Pascal. El popular intérprete ha visitado recientemente Jimmy Kimmel Live!, show norteamericano presentado por el humorista que, precisamente, da nombre al espacio. En un momento de la charla, Kimmel insiste en que ahora los paparazzi le siguen a cualquier lado y observan “con lupa” todo lo que hace, destacando el curioso episodio de la factura del café.
“Vieron tu ticket del café y luego se fijaron en lo que pediste, que era un poco loco, la verdad”, mencionó, revelando que se trataba de un café de seis shots o cápsulas. “¿Son seis shots extra o seis en total en un solo vaso de café?”, vaciló con ironía por la ingente cantidad de cafeína que posee esta bebida. Pascal no pudo evitar que la risa se escapara de su boca y, sorprendiendo a todos los espectadores, confesó que, efectivamente, todos los días se toma semejante café por las mañanas.
Sin embargo, el descubrimiento de este dato supuso la ruptura de una ceremonia que hasta entonces el actor de The Last of Us llevaba en secreto. “No puedo... No puedo ni empezar a explicarte lo violento que fue eso. Es que hay una historia detrás de por qué se ha llegado a las seis dosis de espresso. Normalmente eran cuatro, pero luego me pareció que los vasos eran más grandes y los shots de espresso no eran tan intensos; y en algún momento pasaron a ser seis”, revela, a medio camino entre la vergüenza y la risa contenida.
El café gigante era el secreto que Pascal mantenía con el amanecer. “Era un ritual matutino muy íntimo para mí y no quería que nadie se enterase. No tomo más café el resto del día, lo juro”, expresa, a lo que el cómico le da la razón porque se lo bebe “todo del tirón”. Cuando Kimmel llama a la taza “bomba de cafeína”, el actor, que asegura que le ayuda a “responder correos y esas cosas” matiza a su interlocutor: “Es con hielo”.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos