Todos los dardos de Bárbara Rey en la presentación de su libro: “Anda que no ha desaparecido gente…, por irse de vacaciones”
La ‘vedette’ ha repartido pullas para el rey emérito, Juan Carlos I, su ex Ángel Cristo, su hijo, la Casa de América, José Manuel Parada, Adolfo Suárez…
Bárbara Rey (nacida en Totana, Murcia, como María García García) ha presentado esta mañana sus memorias, Yo, Bárbara (Plaza & Janés), en olor de multitudes en el Hotel Intercontinental de Madrid. Una rueda de prensa en la que, como es habitual en la vedette, ha hablado sin filtros y ha repartido dardos a diestro y siniestro.
El primero de ellos se lo dedicaba, precisamente, a la Casa de América, la sede que, en un principio, iba a acoger el evento, y que finalmente lo canceló a última hora (por cuestiones de aforo, según la institución), lo que obligó al traslado al hotel del Paseo de la Castellana: “Lo mismo ha aparecido algún fantasma, que siempre están muy presentes. En el fondo agradezco que no hayan permitido que mi libro se presente allí”.
Bárbara Rey, para justificar su pulla, tiró de historia, haciendo alusión a la II Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno de 1992. “Viendo la situación de nuestro país, de Cuba, de nuestro queridísimo emérito, que vive en Dubái, me halaga que no hayan querido que presente mi libro allí, porque uno está fuera y no paga impuestos. El otro [por Fidel Castro] ha empobrecido su país y su familia vive fuera. Presentar mi libro en un lugar donde se respeta tanto a esta clase de gente…, estoy muy cómoda en este hotel. Ahí cabíamos nosotros y 400 más. Y a lo mejor sobraba mucho salón y faltaba gente. O que Fidel castro se murió y no podía venir”.
Y para ir contra el poder se ha apoyado en aquellas palabras que usó una vez parafraseando a Miguel de Unamuno (“No sabéis en manos de quien estáis”): “Y seguimos estando. Eso era porque estaba recibiendo amenazas de muerte, incluso había habido intentos de quitarme del medio, que siempre se tomaron a la ligera, como mis malos tratos, no como los de otras personas. Cuando tienes algo con alguien del poder, y eso puede tener el mínimo riesgo, no tienen miramientos en quitárselo del medio”. Y sobre los servicios secretos añadía: “¿Qué creéis, que estamos en una democracia? Poder tenían y siguen teniendo”.
Juan Carlos I, rey emérito
Como no podía ser de otra manera, gran parte de la presentación ha girado en torno a una persona muy concreta: el rey emérito Juan Carlos I, con quien la vedette reveló haber tenido una relación. “Hay muchas cosas que me han removido mucho y con las cuales he llorado muchísimo, de mi matrimonio, de mi hijo…, pero es curioso que lo más me removía era hablar de la situación que atravesé con el rey cuando, influenciada, tomé la decisión de grabarle”.
Bárbara Rey ha contado que ella siempre borraba todas las pruebas de su vínculo, incluso las llamadas a su contestado, porque consideraba que podían ser un riesgo para él, hasta que llegó a un punto de inflexión: “Nunca tuve la intención de hacerle nada en contra. Pero me llevó a un extremo límite. En mi foro interno me hubiera gustado no haberlo hecho”.
Y ha relatado también el final de su romance: “La actitud de él es la de siempre. Quitarse los problemas y no saber por qué ocurre una cosa u otra. No querer hablar conmigo para ver qué es lo que me ha llevado a tomar unas determinaciones. Igual que tuvo la valentía de llamarme cuando yo no lo conocía, tendría que haberse preocupado de por qué habían ocurrido estas cosas. Él me conocía muy bien y sabía cómo era. Me decía que era muy buena persona, pero nada más, no decía muchos piropos”.
“La relación se termina justo por eso. Si él hubiese hecho lo más mínimo…, eso se habría quedado parado y habríamos terminado. Pero él tiene la costumbre de quitarse así los problemas del medio. Y yo no soy quién para decir lo que ha hecho con otras mujeres”, le respondía a un periodista británico, dejando en el aire: “En tu país, que entendéis mucho de realeza, lo sabréis bien”.
Sobre la separación: “Seguía teniendo una relación con él porque le tenía aprecio, consideraba que tenía que verme por sus necesidades, que quedan claras cuáles eran. Pude comprobar una vez más en mi vida qué tipo de persona era. De sentimientos, nada. No os podéis imaginar lo aburrida que estoy de este hombre”.
“Anda que no ha desaparecido gente, por irse de vacaciones, claro. El rey puede tener más que perder que yo, pero no es literal. Igual que ha ocurrido con la demanda de Revilla, que lo único que ha hecho ha sido remover cosas que la gente sabe, ha ido a favor de Revilla. Para mucha gente que me quiere, por suerte para mí, no le iría nada bien que tomase una determinación así con una persona que estaba tranquilamente en su casa y él estaba casado”.
Sin conexión con la realeza
Bárbara Rey ha contado también que ya no tiene relación con nadie de la realeza: “A mí el único que me llamaba era el rey. Desde que se fue el rey perdí toda la conexión con la realeza. Este hombre se me fue tan lejos que nadie se acuerda de mí en el palacio. Hasta en el otro palacio [por la sede de la Casa de América] tampoco me han querido. No duermo de la pena tan grande que tengo”.
Y negó estar detrás de las filtraciones: “Hace muchísimos años nos grabaron absolutamente todo. Me llevan grabando toda la vida. De un tiempo a esta parte se graba todo. Y saben perfectamente que yo no tengo nada que ver con publicar, sacar… Se me ha culpado de un montón de cosas, incluso de las que él decía respecto a su mujer. No se puede uno fiar ni de las personas que mandas a robar”.
De hecho, cree que el emérito conocerá el contenido del libro: “Como él tiene tanto poder, lo mismo le manda a alguien que se lo lea, alguien que tenga allí de compañía, porque hay determinadas edades que no debemos forzar mucho la vista”.
El dinero de los fondos reservados
Y ha vuelto a negar el haber cobrado de los fondos reservados: “Yo a una persona con la que he estado sí le he pedido dinero. Unos le llaman chantaje, otros, negociación, pero nunca he recibido 600 millones. Las personas que lo dicen lo dicen por unos apuntes de un señor que tiene un pasado bastante oscuro. Unas notas donde a mí no se me nombra. Me gustaría saber, si eso fue cierto, a dónde fue el dinero. Reconozco lo que me ha dado y lo que he pedido, pero lo que no…, me gustaría que me lo demostraran. Pero si voy a estar poniendo una demanda detrás de otra, no tengo dinero para tanta querella”.
“Lo único que puedo decir a tanta gente es que del dinero de los españoles viven otros, no yo. No es cierto, pero tendrían que dar gracias al dinero que están ganando diciendo esas cosas sobre mí. Escriben libros, van de una televisión a otra…, eso les genera mucho dinero”, agregaba.
Más pullas
Bárbara Rey confesó que podría haber tenido más material y objetos de valor en su poder, y puso nombre a quienes se lo habría quitado: “Me desaparecieron muchas cosas por los hombres que más he querido: mi hijo y mi marido”. De su exmarido, el difunto domador Ángel Cristo, dijo que le había quemado muchos objetos.
Y rajó también de José Manuel Parada, el que fuera presentador de Cine de barrio. “A Parada le he hecho muchos favores y he vivido actitudes de él que no me han gustado. Ya sabéis como era él de agradable. Siempre fui a su programa, nunca cobré, no me regalaron ni un vaso de agua. Él sabe que yo sé, y eso le molesta mucho. Porque él sabe que yo sé cosas que él no quiere que se sepan”.
Sobre Adolfo Suárez: “Si su hijo tiene interés en saber lo que me ocurrió con su padre, que se ponga en o conmigo y en privado se lo contaré a él. En el libro no lo cuento por su familia precisamente y porque tiene un aeropuerto a su nombre”.
Y calificó de “otra víctima” a Mario Conde: “Hay personas con las que yo me he portado muy bien, que él también lo hizo, y que no estuvieron a la altura en su momento”.
De su hijo apenas quiso hablar: “Esta generosidad es porque es mi hijo y le quiero, no es un puente o lazo. Quisiera que le vaya fenomenal, que esté muy bien con su pareja y tenga una vida feliz y tranquila. Estamos tranquilas. Dormimos en paz”. Pero espera que lea el libro: “Mi hijo ha dicho que le gusta mucho leer. De pequeño yo le compraba todos los libros del mundo. No sé si seguirá con esa afición, porque, claro, eso depende de con quién vas”, en referencia a su actual pareja, Ana Herminia.
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