Ni Somalia ni Nigeria: el peligroso país africano al que Trump estaría buscando enviar a migrantes deportados
El gobierno estadounidense busca enviar a África a ciertos inmigrantes criminales condenados por delitos graves.
A finales de mayo, salió a la luz la noticia de que la istración Trump había deportado a ocho presos de diferentes nacionalidades a Sudán del Sur. El gobierno estadounidense cedió la custodia presidiaria de dichas personas ya que ninguna de ellas poseían la nacionalidad.
Muchas personas se escandalizaron por la decisión de enviar a estos presos catalogados de “peligrosos y sanguinarios” a un país al borde de la guerra civil. En este caso anteriormente mencionado, el proceso no cumplió los plazos previstos y quedaron bajo custodia estadounidense en un centro de Yibuti mientras que se resolvía la reclamación judicial.
El presidente Donald Trump pidió a la Corte Suprema que facilitara a su istración la deportación de personas a Sudán del Sur y otros países. No obstante, el máximo tribunal no ha resuelto el caso.
La realidad es que la ley de migración estadounidense permite este tipo de deportaciones, sin embargo, antes de Trump, no era habitual que se aplicase. Desde hace unos meses, cárceles de Libia, Sudán del Sur o El Salvador acogen a presos sin que estos puedan hacer demasiado, incluso si sus países de origen reclaman su custodia.
Breaking News: A federal judge said a sudden deportation flight to Africa violated a court order, a major rebuke of Trump officials on immigration. https://t.co/zfY0lug5nV
— The New York Times (@nytimes) May 21, 2025
Una herramienta del miedo
“La trifecta de ser enviado a un tercer país, más la escala que se pretende alcanzar, más el enfoque del castigo como objetivo; esas tres cosas combinadas, eso se siente como algo muy nuevo”, dijo Sarah R. Sherman-Stokes, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Boston en conversaciones con New York Times.
De esta forma, el gobierno de Trump estaría usando este poder para evitar que personas que están en Estados Unidos de forma irregular sean más reticentes a cometer asesinatos y otros crímenes graves y que los potenciales criminales que sigan en otros lugares decidan no instalarse en su país.
“Estamos expulsando a estos criminales convictos de territorio estadounidense para que jamás puedan volver a lastimar a una víctima estadounidense. Es absurdo que un juez activista intente obligar a Estados Unidos a repatriar a estos monstruos singularmente bárbaros que representan una amenaza clara y presente para la seguridad del pueblo estadounidense”, declaró la subsecretaria Tricia McLaughlin en mayo cuando se reveló la noticia de estas deportaciones y que un juez bloqueó la medida.
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